Depresión
Triangulo de la depresión
El concepto del Triángulo de la Depresión se basa en la interrelación entre tres puntos críticos del cuerpo humano que pueden influir en la aparición y el desarrollo de síntomas depresivos. Estos puntos son:
C0-C1: Complejo articular Occipital-Atlas-Axis.
SEB: Articulación Esfenobasilar.
L5-S1: Diafragma Pélvico.
Descripción de los Vértices
C0-C1 (Complejo articular Occipital-Atlas-Axis)
Este vértice del triángulo se encuentra en la base craneal y está formado por el complejo articular entre el hueso occipital, el atlas (C1) y el axis (C2). Esta región es crucial para la movilidad y la estabilidad del cráneo en relación con la columna vertebral. Además, cualquier disfunción en esta área puede influir en la circulación del líquido cefalorraquídeo y en la comunicación neural entre el cerebro y el cuerpo.
SEB (Articulación Esfenobasilar)
La articulación esfenobasilar, ubicada entre el esfenoides y el occipital, es otro punto clave. En esta área se encuentra la hipófisis, una glándula fundamental que regula el sistema hormonal del cuerpo. Una disfunción en esta articulación puede afectar el equilibrio hormonal y, por ende, influir en el estado emocional y mental del individuo.
L5-S1 (Diafragma Pélvico)
El vértice correspondiente al diafragma pélvico, en la región L5-S1 de la columna vertebral, es fundamental para la estabilidad del tronco y la pelvis. Cualquier problema mecánico en esta área puede repercutir en el movimiento y la postura general del cuerpo, afectando indirectamente al sistema nervioso central.
Interconexión y Influencia
El Dr. John Upledger, pionero en la terapia craneosacral, sugiere que los pacientes con síntomas depresivos deberían ser evaluados en los vértices de este triángulo. Esto se debe a la interconexión mecánica y funcional entre estos puntos y su influencia en el Sistema Nervioso Central (SNC).
Explicación de los Vértices como Pivotes
Considerar estos vértices como pivotes interrelacionados nos permite entender cómo una disfunción en uno de ellos puede repercutir en los otros dos. Desde la perspectiva del Sistema Craneosacral, el cráneo y el sacro están en constante movimiento relativo. Alteraciones en este movimiento pueden derivar en problemas mecánicos que afectan al SNC. Por ejemplo:
Disfunción en C0-C1: Puede limitar la movilidad del cráneo y alterar la circulación del líquido cefalorraquídeo, afectando la comunicación neural.
Problemas en SEB: Una disfunción aquí puede comprometer el funcionamiento de la hipófisis, alterando el equilibrio hormonal y, por ende, el estado emocional.
Alteraciones en L5-S1: Pueden afectar la postura y el equilibrio del cuerpo, lo cual tiene un impacto indirecto en el SNC.
Impacto en el Sistema Nervioso Central
Cada uno de estos puntos tiene una conexión directa con el SNC. El correcto movimiento y alineación de estos vértices son esenciales para el funcionamiento óptimo del SNC. Cualquier tracción, compresión o disfunción puede tener consecuencias negativas, no solo en el sistema mecánico del cuerpo, sino también en el bienestar emocional y mental del paciente.
Importancia de la Articulación Esfenobasilar
En la articulación esfenobasilar, el esfenoides juega un papel crucial al albergar la hipófisis. Esta glándula es esencial para la regulación hormonal del cuerpo. Cualquier disfunción en esta articulación puede afectar el funcionamiento de la hipófisis y, por ende, el equilibrio hormonal del cuerpo. Esto demuestra la importancia de mantener la integridad de esta articulación para el bienestar general.
Evaluación y Tratamiento
En la práctica clínica, es fundamental evaluar estos puntos cuando un paciente presenta síntomas depresivos. La terapia craneosacral y la liberación somatoemocional son métodos que pueden ayudar a corregir disfunciones en estos vértices. Al hacerlo, se puede mejorar el flujo del líquido cefalorraquídeo, aliviar tensiones y mejorar la comunicación neural, lo que a su vez puede reducir los síntomas depresivos.